El mundo comprendelo desde el tropezar
Sobre la poesía de Olja Alvir, desde nuestra amistad.
Léonce W. Lupette
Los libros, según Jean Paul, son cartas a los amigos, solo que más voluminosas, con lo cual expresa dos cosas, o tres: la literatura es una escritura afectiva que se considera como espacio en extensión; la amistad también tiene una dimensión espacial; y existe una vinculación de ambas en donde se condicionan mutuamente constituyendo el espacio mismo que a su vez las constituye. ¿Cómo se vive una escrituramistad? Espacio de trascendentalidad trenzada y trenzadora de las relaciones, una trenzandentalidad. ¿Y qué pasa en el caso de la poesía, género de la condensación más que de lo voluminoso? ¿Se despliega también, se extiende?
La amistad y la literatura –y, en extensión, el lenguaje– además son formas transformadoras del tiempo, tienen sus temporalidades muy distintas de lo que marcan los relojes y los calendarios. ¿Realmente han pasado recién dieciocho meses desde aquel primer encuentro creador de este espacio transatlántico, translingüístico, tan peculiar y tan nuestro? Me parece absurdo pensarlo.
Octubre de 2023. Estoy sentado en Rolandseck, cerca de Bonn, excapital alemana, en un pequeño departamento del noveno piso en un edificio que décadas atrás había sido construido para el entonces numeroso personal diplomático que trabajaba en la zona, por un ventanal tengo vista directa sobre el Rin, y leo Spielfeld, primer poemario de Olja Alvir. Hacía bastante que no leía poemas con la sensación de querer, de poder habitarlos, estar habitándolos. Hacía muchos años también que no pasaba tanto tiempo, tres meses, en mis tierras natales, rodeado de uno de los idiomas en los que me crié. ¿Por qué siento que estos textos me ofrecen un lugar habitable? El último poema del libro, Guten Tag, es uno que saluda y que bien podría ser la verdadera entrada: todo esto acá me pertenece / el terreno donde hacés pie / y los puentes en tus palabras. / sí, yo adoquín, yo mapa mudo // hago que tu idioma / se desprenda de sí mismo / y que tus rodillas se lastimen / al chocar contra las líneas. digo // Buen día / mi nombre es Ninguna / vengo a tu país / y estorbo tu flujo de lectura. Hay algo dramático y a la vez clarísimo en la desestabilización de estos pocos versos que me atrapan de inmediato. La voz del poema, el poema mismo, la lengua que viene hacia mí, que viene a instalarse en un territorio que resulta no ser tan mío y que se enajena a la vez que eso me enriquece, que vino para estorbarme en mis hábitos y falsas seguridades, que puede lastimarme, sin embargo me dice Hola, acá estoy. Imposible resistirme a ese saludo enérgico, algo atrevido, que cierra un libro con semejante apertura. Me convoca, y leo todo el libro de nuevo. También siento una inmediata necesidad de traducir algunos de esos poemas al castellano, hacerlos hablar-sonar en mi idioma de la cotidianidad elegida. Me atrae la condición multilingüe del poemario, un multilingüismo que no obedece a una lógica previsible donde todos los poemas hubiesen sido escritos en un idioma A y traducidos a un idioma B. Hay textos escritos en serbocroata, inglés, alemán, y traducidos también a estos idiomas, en algunos casos por la propia autora, en otros por un grupo de colegas-amigues. No siempre queda claro de inmediato en qué idioma ha sido escrito primero un poema, y cuál es la traducción. La relación entre los idiomas es dinámica, no es rígida o sistematizada. Ningún idioma está solo, ni dentro de sí mismo. Spielfeld, campo de juego, pero donde nos podemos lastimar las rodillas. Escritura, reescritura, traducción. Todo confluye sin bordes o marcos fijos o nítidos. La nitidez se encuentra en otros aspectos. Todo es lúdico, muchas veces divertido, pero nunca sin seriedad.
Autodenominada yugoslavienesa, Olja Alvir nació en un país que ya no existe. Un país que, por deficiente que fuera, en algún momento proyectó una visión utópica que tampoco ya existe y que tanta falta hoy nos haría en nuestra incapacidad colectiva de generar imaginarios que no fueran apocalípticos: una sociedad expresamente multiétnica, necesariamente plurilingüe, estructuralmente atea y polirreligiosa, intrínsecamente antifascista, poéticamente futurista. Un país del que la poeta tuvo que huir en la infancia por una guerra desintegradora que obligó a la familia a rehacerse una vida en Austria con lo mínimo indispensable. Imposible percibir la identidad como pertenencia fija a un lugar, una cultura, un idioma, o a una multitud de objetos heredados que constituyesen una memoria familiar de generaciones. Todo se encuentra en movimientos migratorios constantes, con todas las dificultades, los traumas y las riquezas que esto implica.
Junto al libro, Olja me había mandado una postal con una fotografía titulada The Loss of Leaving (La pérdida de irse) en la que había transcrito la primera estrofa de un poema de Derick Burleson cuya belleza palpitante y poderosa no deja de conmoverme: After This // We’ll all walk together / out of this room, through that door, / down the well-worn stairs / and out into the twilight / where no one else will notice / that we are still glowing. (Después de eso // Nos marcharemos en conjunto / de esa habitación, por esa puerta, / bajando escalones desgastados / para salir al ocaso / donde nadie más se dará cuenta / de que aún resplandecemos –recomiendo la lectura del poema completo.) Quién hubiese dicho que con casi treinta años de anticipación Burleson haya escrito lo que nos había pasado apenas un par de semanas antes cuando nos conocimos en unas jornadas de traducción de poesía en Berlín, cinco días solidarios y otoñales con una quincena de personas, entre las formas y los idiomas y las melodías más variadas, en la orilla del Wannsee. Cinco días en los que Olja y yo empezamos nuestra gran conversación sobre la poesía, lo trans y multilingüe, lo migratorio como partes de una condición de vida, inevitable e irreversible, astonishingly maravillosa y sorprendente, triste y deslumbrante, una que otra vez. Repito que no tiene sentido figurarse que no llevábamos años ya hilando oraciones, compartiendo lecturas, caminando calles, perdiéndonos en rincones remotos de laberintos pop culturales, adorando los poéticos detalles de lo insólito. De inmediato supimos que entre abundancia de otras cosas nos une la constante pregunta por la extrañeza del lenguaje, en nuestras vidas en las que el lenguaje se ha vuelto constitutivo por vocación. La melódica tonada de un alemán que nunca fue el hegemónico, las mutaciones de un alemán trasladado que ya no lo es. Los excesos del lenguaje, y sus irremediables carencias. El placer por todo ello. Por esa condición que es un privilegio desde ya, pero que también es una condición irresoluble, y que en mi caso literalmente nace a partir de un bilingüismo (franco-alemán) que hace que siempre todo para mí haya sido doble, y al mismo tiempo partido, y atravesado por algo tercero, inestable, difícil de asir, tan individual que pocos lo entienden o comparten, y que se desarrolla en el cuore de la asociación de esas dimensiones. No sé si es la fascinación por ese entrespacio en el que las lenguas se deshacen para formar otras cosas lo que me llevó a querer conocer, o volver a conocer, los/mis idiomas lejos de sus anclajes hegemónicos. A querer aprender español en Paraguay, a los dieciséis años, y descubrir asombrado en qué medida podía sentirme en casa en esa amalgama multilingüe que es el jopara, mezcla de castellano y guaraní, que se convirtió en uno de mis grandes amores, y sin el cual seguramente no hubiese terminado estudiando literatura latinoamericana e instalándome, también por amor, durante años en otra periferia que es el conurbano sur bonaerense. De ahí también la necesidad de mezcolanzas y bastardizaciones en mi escritura, si no soy otra cosa. No puedo no pensar al lenguaje como migratorio y mutante, como lo más íntimo, propio y existencial, y como lo más extranjerizante y ajenizante a la vez: ya ningún idioma será jamás entera e incuestionablemente «mío». Mis idiomas nativos los estoy viviendo desde lejos y se van transformando en mí, atravesados por mis otros idiomas, y lejos de las transformaciones que ocurren en el otro continente.
Todavía en Rolandseck, en mis últimos días antes de volver en su momento al Conurba, Olja propone que participemos en un concurso de prosa, en donde un*a autor*a de Austria tenía que invitar a un*a colega de otro país para entregar dos textos con temática vagamente utópica o distópica ambientados en un futuro no muy lejano. Optamos por escribir a cuatro manos, un texto a dos voces, algo indefinible entre cuento, diálogo entre una IA y un personaje tan extraterrestre como nosotres, y un poema largo, escrito entre Berazategui y Viena, o en Vienazategui. El lenguaje se inventa, o con el lenguaje nos inventamos lo que simplemente tiene que existir, volverse decible, sean lugares, o sean ciertos objetos, procesos. Sonorizamos, metaforizamos y neologizamos con varios idiomas dentro de otro.
También compartimos el asombro porque todavía se esté produciendo tinta para plumas, porque todavía nos dejen usar papel para escribir cartas a mano, y porque exista un circuito postal internacional habilitado para ello, aunque sea ridículamente caro y se tome sus tiempos. Más que sobrevivientes analógicos y anacrónicos aferrándonos a las ruinas en devenir de un mundo irremisiblemente derrotado, somos quizás partisanos de lo utópico, nos vamos escribiendo nuestra résistance, no como acto negativo de reacción condicionada, sino como apasionados tropiezos creadores.
Selección y traducción de Léonce W. Lupette
Spielfeld/Špilfeld/Playground (2022) y otros poemas inéditos de Oljar Alvir.
azul distancia
llevá el agua al puerto
y subila en serpenteo por la montaña
meté el dedo en la arena fluvial
y chupate la textura de dios
recosete las plantas a los pies
y el mundo comprendelo desde el tropezar
hacé lo mejor de las uñas
quizás un barco en la cordillera
disfluíte.
aceptá
la posibilidad candente de la caída.
aprendé a amar las preguntas,
a ser tan solo un cuello,
siempre un cuello
para todo
lo que le pueda estar tronando.
dame
el pequeño animal en tu mano. está respirando
seamos magmáticas fenoclusiones,
antecristales,
cerramos la geografía.
un día seremos un lugar de peregrinación
ahí en la vía muerta
pero al menos al sol.
chau, nos veremos
en nuevos ojos
fernblau
bring das wasser in den hafen
und schlängel es den berg hinauf
steck den finger in den flussand
und schleck ab die konsistenz von gott
näh dir die sohlen an die füße zurück
und begreif die welt vom stolpern her
mach das beste aus den nägeln
vielleicht ein schiff im gebirge
zerströme.
akzeptiere
die brennmöglichkeit des falls.
lerne, die fragen zu lieben,
nur ein hals zu sein,
immer ein hals
für alles
was ihm läuten möge.
gib mir
das kleine tier in deiner hand. es atmet
lass uns einsprenglinge sein
antekristen,
wir schließen die geographie.
werden eines tages ein wallfahrtsort
irgendwo am abstellgleis
aber dafür in der sonne.
auf wiedersehen
in neuen augen
***
arriba de la moto
¡de eso entonces trataban todas esas canciones!
ya es bastante afirmativo en cuanto al género
así que no hace falta erotizarlo demás
aunque sería perfectamente factible, desde ya.
por ejemplo: apretá la gambita, agarrate mamita,
todo te agita. no haré ninguna de estas cosas
todo lo que hago es atravesar ese fáquin tropo.
inclinarme, virar, sostenerme
con habilidad. soy tan solo una mano inocente
que siente la tensión de tus músculos en la palanca
de cambios. que siente la autocidad de los autos
que pasamos en el cruce, y mi mente va:
¿qué sabés vos de curvas?
la espalda no es el mejor sensor de los hechos
después de todo, sobre todo cuando son chiquitos.
quiero cerrar los ojos, pero no hay forma:
soy conductora, a pesar de todo, carteles
negros tienda cielos chillidos gritos
estoy embobada de alegría.
quemás un semáforo
en rojo y yo
te cargo: es
solo para mí
soy feliz (punto y aparte)
no pienso en besarte.
a veces basta con
andar a toda máquina
con un amigo
en la noche
nada más
on the motorcycle
so this is what all these songs were about!
it’s already rather gender affirming
so no need to make it extra erotic
even though one could, of course, easily.
e.g. squeeze a leg, tilt the head, this and that
you bet. i’m not doing any of these things
all i’m doing is transversing this fucking trope.
leaning, swerving, skilfully holding
on. i’m just an innocent hand
feeling your muscles tighten at gearshift.
feeling the car-ness of cars we’re passing
at the crossing, my mind goes:
what do you know about curves?
the back is not the best feeler of facts
ultimately, especially, when they’re small.
i want to close my eyes but no way:
i’m a driver, all the same. black
signs shop skies squeals cries
i’m stupid with joy.
you run a red
light and i
kid: it’s
for me only
i’m happy (full stop)
i’m not thinking about kissing you.
sometimes it’s enough
to be fast
with a friend
in the night
that’s all
***
la luna
la luna
simple posada ahí
en el cielo
cual perla.
en puertas una
duplera
le hará
compañía
notición
para poetas
nosotros, divagando
y discurriendo
sobre cómo mejor guardar
medio limón
¿qué pasa
cuando lenguajamos?
ardemos cual bengala
en una mandarina
autocontenedor luciente
naufragio mellizo
mañana le encontraremos
una palabra.
la arena es eso, cuchá:
cuando rocas se vuelven videntes
cada orbe un cuasi-naciente.
cuando te cuento que
una vez vi un camello y
me cambió la vida
asentís: nuestra habla es
el objeto más redondo que hay. esperá, no
no somos un barco, somos
a dónde un barco quiere ir
para y con Léonce Lupette
the moon
the moon
just sits there
in the sky
like a bead.
soon a
twicer will
keep her
company
huge news
for poets
us who topple
and ponder
how best to store
half a lemon
what goes on
when we language?
we burn like a sparkler
inside a mandarin
a lucent self-container
shipwreck twin
tomorrow, we will
come up with a word for it.
sand is this, listen:
when rocks grow eyes
each orb a small near-rise.
when i tell you that
i once saw a camel and
it changed my life
you nod: our speech is
the roundest object of all. wait, no
we are not a ship, we are
where a ship wants to go
for and with Léonce Lupette
***
sciencias del suelo
¿podés rastrear
una roca
hacia su cantera de orígen?
aun cuando
la mecha
quedó en el túnel.
seguir perdida es arduo trabajo
pero es la única manera
soil sciences
can you trace
a rock back
to its quarry of origin?
even as
the drill bit
remains in the tunnel.
staying lost is hard work
but it’s the only way
***
Diarios
Los diarios son preparaciones
para la guerra
por eso es que
quedan sucios los dedos
al manipularlos
Zeitungen
Zeitungen sind Vorbereitungen
auf den Krieg
deshalb werden auch
die Finger schmutzig
wenn man sie angreift
***
Perdonen, por favor, ese poema
ent
ent
Entschuldung
Schuld
culpa
perjurio
juro
jurado
sentenciado
Jugement dernier
entschuldigung
Huldigung
digan den
donen sangre
sanguíneo
santuario
Grazie
graziös
graciosa
gracias a,
gracia de Dios
tra
tra
tra
traducir
tra-duc-ir
translación
atravesar
conversar
conversación
conversión
verso
mera
mercancía
mercado
mercader
mérito
merced
merecido,
mercy
mercenario
poder
pode
ver
posso
depósito
disponer
por
per
donar
pro
poner
probar,
(especiado)
saborear
ligero
realzar;
tasar
aromatizar
tempered
temperatura
elevada
Zaren
un zar probado
relevado de sus obligaciones
y deudas, perdonado
the pardon relieves
leaves
vale
levanta
vela
cancela
wachsam und der sache
gewachsen sein
relevancia de un desafío
definitivo
fin,
por favor
Pardonnez ce poème, s’il vous plaît
par
par
Parjure
perjury
Jury
Jura
Justiz
judged
to a sentence
Last Judgement
pardon
Donner
Don
Le Don du Sang
sanguine
sanctus
grace
gracieux
gnädige
Gnade,
Euer Gnaden
Tra
Tra
Tra
traduire
tra-du-ire
traduction
traverser
converse
conversation
Konversion
Vers
mer
mehr
merces
Mercator
mérite
mercy
merci,
merciful
Mercenaire
pouvoir
pour
voir
können
mögen
Vermögen
zu
ver
geben
ver
mögen
mögen,
(würzig)
schmecken
bekömmlich
abstimmen;
abschätzen
assaisonner
tempéré
temperature and
the seasons
seasoning
a seasoned king
relieved from duty
and debt, pardoned
le pardon relève
lever
the lever
aushebeln
aufhebeln
Aufhebung
re-rising and raising
to the occasion
en relevant un défi
definitiv
fin,
please

Olja Alvir (Bugojno, Yugoeslavia, 1989)
Escritora, ensayista política y crítica cultural. Reside en Viena desde que su familia huyó de la guerra en 1992. Trabaja en las canteras del lenguaje: literatura, traducción, investigación. En 2016 sale su primera novela, Kein Meer. En 2021 gana el premio literario wirsindlesenswert. Publicaciones de poesía en distintos medios internacionales. Su primer poemario, Spielfeld/Špilfeld/Playground salió en 2022 en alemán, inglés y serbocroata.
Foto: Léonce W. Lupette

Léonce W. Lupette (Göttingen, Alemania, 1986)
Escritor y traductor franco-alemán, reside en CABA. Tradujo, entre otres, a Jorge Kanese, Néstor Perlongher, José Lezama Lima, John Ashbery, Charles Bernstein, Juana Manuela Gorriti y Friedrich Hölderlin. SERBAL (Bugres en Baires, 2022) y Die Flüchtigkeit im Fossilen / La fugacidad en lo fósil (hochroth Heidelberg, 2024). Su próximo poemario 75 catas sale 2025 en Fadel & Fadel.
Foto: Olja Alvir

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