#Traducciones
A mí también me desagrada
Por María Andrea Donnini
Una mañana, Alberto Muñoz me sentó y me leyó “El Campanero”. No entendí mucho. Pero cada palabra iba formando una imagen, un mundo en mi cabeza.
Abecedario ruso
Por Marina Berri
Cuando tenía catorce años leía a Tolstói, a Dostoievski y a Pushkin en las ediciones dudosas que encontraba por ahí. Las letras eran un trineo por el que me deslizaba lejos de mi habitación de Mercedes. Cuando cumplí veintisiete me fui de viaje a Perú. Iba en un colectivo con un libro de Maupassant en francés. En el asiento de al lado viajaba un dentista ruso. Hablamos en inglés. Me preguntó: inglés, francés, italiano, ¿por qué ruso no?
Donde el amor se sella
Por Vanna Andreini
“Dos personas que se enamoran son dos infancias que se entienden mutuamente. Sin eso el amor no es gran cosa”, dice Philippe Sollers en el libro que escribió junto a su esposa Julia Kristeva, Del matrimonio como una de las bellas artes. Esta afirmación siempre me pareció tan hermosa como misteriosa: en un punto, lejos en el tiempo y en el espacio, dos infancias se encuentran y dos personas se aman en el presente.
Traducir a Hacker o Una habitación de pensión en una ciudad extranjera
Por Florencia Fragasso
Buenos Aires, 1995. Tengo 20 años y conozco a una nueva amiga. Me presenta, entre otros tesoros, un libro de Elizabeth Bishop que trajo de un viaje. Quedo fascinada. La leo y garabateo traducciones en el cuaderno de aquel momento. Uno con espiral y tapa batik.