Presentación de La Forma Breve

Presentación de La forma breve N°1

El viernes 22 de septiembre de 2023, en la librería Caburé (San Telmo, CABA), presentamos el primer número de La forma breve. Imágenes y palabras, así empezó el encuentro. Mientras se proyectaban fotos de las curanderas que entrevistó y fotografió Jose Nicolini en su libro Las que vencen, curaduría visual de este primer número de la revista, Claudia Cantero se puso en la piel de esas mujeres y leyó algunos testimonios. No hay escenario ni escena de película por mínima que sea en la que Claudia no deje su marca. Después vino la mesa de charla y lectura con Inés Garland, Lila Gianelloni y Gloria Peirano y en el cierre, Florencia Fragasso comentó y leyó algunos poemas de Marilyn Hacker que tradujo especialmente para la revista. Afuera hacía un frío invernal pero adentro tuvimos una noche encantadora, íntima, el refugio perfecto. Agradecemos a la pequeña multitud que nos acompañó, a las presentadoras por sus hermosas palabras, a Luciano Guiñazú y a las chicas del bar de Caburé. Abajo reproducimos la maravilla de texto que leyó Gloria Peirano ese día.

 

DIEZ APUNTES SOBRE LA FORMA BREVE

1. Una escritura de líneas peregrinas. Breve no es lo mismo que corto: lo breve se silencia a tiempo. Lo breve se lee despacio. La revista está impregnada de este gesto e impregna, así, al que lee.

2. Dice el editorial: Sin nuestras conversaciones sobre libros y escritura, los intercambios de nuestros textos –un diálogo de lectura mutua que no cesa, y del que esta revista es una continuación–, los encuentros a cenar, los paseos en auto, las salidas al teatro; sin esa vida en común La forma breve no hubiera sido posible. La amistad es una manera feliz de liberarnos de nuestro pobre individualismo, en un decir y hacer en conjunto. Después convocamos a Noe Monópoli para que llevara adelante la propuesta visual; conocíamos su trabajo como fotógrafa, su interés por lo que estaban produciendo otros colegas y la conexión de sus proyectos con la escritura. Entre las tres la revista fue creciendo. Qué frescura y delicadeza tiene el editorial.

3. A veces pasa que uno tiene hambre de no sé qué. Es la voz de Alberto Muñoz, en uno de los audios que él llamó “piezas orales”. Me encanta la cadencia de esa voz, el modo de acentuar, cierto arrastre de las consonantes: son más intensas las consonantes que las vocales en la voz. Como si el bosque húmedo de algunas fotos de Jose Nicolini, ese reencantamiento del mundo, avanzara de la mano de las consonantes (las erres, las eses) hacia las vocales, las cubriera de liquen.

4. Una sección se denomina escrituras. En esa elección, como en todo el planteo de la revista, existe, sin ampulosidades, una toma de posición respecto de una política del lenguaje. Tal vez, la escritura como lo inacabado, lo que no se completa, lo informe (este es un concepto de Betina Keizman), la experiencia misma de la escritura (no, nunca, para qué, a quién se le ocurre, el resultado) como terreno de fertilidad contra la sordera del signo, contra ese signo que no tiene sentido del humor y se cree demasiado poderoso. La revista me hace leer en diagonal, percibir lo tangencial, me enriquece. La cortedad de toda jerarquía de poder que ya el concepto forma breve viene a interrogar. Matías Serra Bradford escribe sobre el poeta y traductor vacilante Philippe Jaccottet, que sospecha de las evidencias y para quien todo se encuentra siempre entre dos aguas –lo visible y lo oculto, la afirmación y la vacilación, una lengua y otra-.

5. Me pasa lo mismo que a Inés Garland con la menopausia.

6. Conversar con Ana Basualdo es como caminar por una ciudad. Un flujo heterogéneo. Nos intriga su aparición y su soledad. CF: En los cuentos se nota el trabajo con lo no dicho. Y parece ser algo consciente. AB: A través de la lentitud trabajosa del merodeo, sobre todo en “El camino rojo”. Y más adelante: AZ: Para mí tu libro pasa en verano. La entrevista como conversación. La conversación como otra posibilidad de habilitar la creación. La conversación como forma menos formalizada que el diálogo. Sigue el ritmo, sigue el ritmo, parece reclamar, sin estar atada al consenso, sin admitir de lleno una mansa negociación del sentido, beneficiada por solapamientos, interrupciones forzadas, intentos de interrupción. En Takishi, el relato de Cecilia Ferreiroa: El juego para las Takishi tiene su momento, pero también el fin del juego tiene un lugar central. Nada se extiende a perpetuidad y es importante saber dar término y amar también su final. Saber dar término. A veces la conversación está asediada por la timidez o por la necesidad de silencio. Amar también su final. Me quedo días con esa frase rondándome.

7. Desarticulación argumental en los relatos de Katya Adaui y Lila Gianelloni: Y, al mismo tiempo, acontecimiento. Me gustaría expandir esta idea, esta sensación. Tomo apuntes de clases, de reuniones de trabajo, tomo apuntes para escribir. Nunca tomo apuntes para una presentación. Empiezo de forma aplicada, la escena tomar apuntes me resulta sólida y atractiva. De a poco, cada vez, el trazo se va desfigurando, pierdo el entusiasmo, no sé dar término a la escena y abandono los retazos de frases, la letra irreconocible, las flechas destartaladas, y surge entonces una especie de pequeña derrota que se parece al goce apretarse con un dedo las encías en la juntura con los dientes. Leer una revista como La forma breve sería el reverso a la desintegración inevitable de la actitud que se podría formular así: me encuentro seriamente en este momento tomando apuntes. Se pasea, se detiene la lectura, se disfruta, se pasa a otra escritura, los textos en serio conversan entre sí, las líneas transversales, la sugerencia, la precisión narrativa, como en los relatos de Katya y de Lila, confluyen con cortesía.

8. Florencia Fragasso, en el relato de su vínculo con la poeta Marilyn Hacker, anota trasversalmente en una doble página del cuaderno, “campo de opciones” y “campo de equivalencias”. Florencia dice que cuenta sílabas, busca rimas, pierde y gana dentro de ese espacio restrictivo. También escribe que traducir poesía para ella será, desde ese momento, como tantear los bordes de esas paredes. Va cayendo en la cuenta de que la poesía de Marilyn Hacker es una compañía para ella desde hace veinticinco años. Tengo preguntas para Florencia: ¿esa compañía sin estridencias, silenciosa, te hizo volver deseable otro modo de atención? ¿Esa compañía te invita a prestar atención a esos otros modos de atención? ¿Si la atención ya no es olímpica, (y aquí los invito a leer la hermosa recomendación que hace Cristian De Nápoli del libro de Leanne Shapton, Bocetos de natación) ¿sucede entonces que esa lateralidad te invita a volver la mirada hacia adentro, transcurrir en un paisaje interior, caminando en tu interior, como cuando se nada?

9. En las caminatas, en las conversaciones, la temperatura es importante. Viste el sol que hay, ¿caminamos? Esta oración pasa en invierno, como el cuento de Ana Basualdo pasa en verano. La conversación permite que el yo y el tú alojen una tercera posición, lo imaginario, (¿siempre habría un zumbido caliente de verano en nosotros?), aquello de lo que se habla, que sería molecular, animal, femenino, transfigurado. Para Philippe Jaccottet, una de las pruebas de la verdad de la poesía se presenta en los días de luz favorable, vividos más plenamente, “más realmente” que otros, aquellos que precisamente lo impulsan a querer escribir. Esos calores duraron tres o cuatro años. Los tan mentados calores. ¿Y los fríos? ¿Por qué nadie habla de los fríos de la menopausia?, en el texto de Inés Garland. Las imágenes de Jose Nicolini, (la curaduría visual de la revista la realiza Noelia Monópoli) traen tierra, territorios abonados por luz, y es la luz la que viene a dejar un objeto, un animal, una figura humana. Hongos anaranjados. La posibilidad primaria de la vida. La conversación (¿qué, sino la amistad es una conversación infinita?) entre Alejandra y Cecilia, la charla y el proyecto que tuvieron con Ana Basualdo, levó hacia otras conversaciones, otras escrituras. Es que el espléndido crecimiento de los hongos se produce a manera de hifas, estructuras cilíndricas y uniformes que van de los pocos micrómetros a los varios centímetros de longitud, y se superponen en un proceso de ramificación o bifurcación. Cuando las hifas crecen, forman una masa enmarañada o red con forma de tejido.

10. Me gustaría agradecer el hecho de que me hayan convocado para este primer número. Tal vez, mandarles una tarjeta postal, a la vieja usanza, con una de las fotos de Jose Nicolini. No sé cuál es el código postal de Cecilia, de Alejandra, de Jose, que recibiría, en este caso, su propia foto. ¿Y si lo hago? ¿Qué otra conversación se abriría? Entonces, cultivar el agradecimiento como se cultivan las plantas. Cultivar el agradecimiento con la delicadeza y la precisión de esta revista, que hoy celebramos, acá reunidos, porque todo nacimiento en estos tiempos olvidables es una maravilla. De Philippe Jaccottet: 

Hay en nosotros un silencio tan profundo 

que si pasara un cometa 

en ruta hacia la noche de las hijas de nuestras hijas 

lo oiríamos.

Gloria Peirano (Buenos Aires, 1967)

Escritora y docente universitaria (UNTREF, UNA). Entre otras novelas, publicó Miramar (2da. Mención del Premio de Novela de Página/12, 2007) y La ruta de los hospitales (Segundo Premio del Concurso de Novela del FNA, finalista del Premio Sara Gallardo y del Premio Rómulo Gallegos). Además es coguionista de las películas El día nuevo, El estanque y La deuda, dirigidas por Gustavo Fontán. Y codirectora de El piso del viento, con Gustavo Fontán.
Foto: Alejandra López

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